El destino teje telarañas

El destino teje su telaraña

para atraparnos,

porque otros lo han dicho,

porque ellos lo han marcado,

y por no salirnos del sitio,

ahí estamos,

siguiendo esa estela

que otros dejaron. 

Para continuar la vida,

algunos muerden y empujan,

muchos mienten,

y otros cual vampiros chupan,

atrapados en telarañas

que les aprietan y estrujan.

Aprende a andar entre esos hilos

que atrapan sin darte cuenta,

deshazte de lo oprimido

que en ti llevas a cuestas,

porque mientras,

la araña de la crueldad,

te mira y se acerca,

ya que eres mente antigua

en carne fresca.

A poquitos

A poquitos,

haciendo cosquillas,

entrando en mi pecho,

calando en mi vida,

dejando tu estela

por entre cortinas.

A poquitos 

y en secreto,

como suave mariposa 

volaste por dentro 

moviendo mi aire

y haciendo tu efecto,

sin darme ni cuenta

de ti me vi envuelto.

Si después del tiempo,

que suelto anda,

nos nos mata el miedo

ni nos amordaza,

velaremos los sueños

que nos acompañan,

creándoles espacios buenos

para que despliegues tus alas,

no sé si de mariposa

o tal vez de hada.

Huecos nuevos

Tormenta en danza
que despierta olores,
que sorprende con risas
de extravagantes colores,
que deshace lo hecho
y disipa los temores.

Huracán que remueve
los letargos del tiempo,
las ideas encajadas,

los sinsabores y duelos,
desarraigándolos del suelo,
creando los huecos nuevos,
los disparatados retos

de la vida y sus desvelos .

Huecos  nuevos

para ideas vivas,
que nutrirán por dentro,
que resucitarán sonrisas
con su crecimiento,

alimentando el alma

enclenque de sueños,

esos que por la mañana

volverán de nuevo.