Complicados los asuntos del corazón y les pasa como a los asuntos pasionales, todos iguales y distintos a la vez, ...
porque cuando los vivimos nos creemos que nadie lo ha vivido como nosotros y en una parte es así, pero luego escuchamos una letra de canción o leemos un texto y nos decimos que es eso justamente lo que sentimos.
Cada persona es una vivencia, cada momento único, cada amor y cada desamor las dos caras de la misma moneda que nos llevan del cielo al infierno o a la inversa si les dejamos hacer su función.
Nos empeñamos en vivir de una forma dramática los desencuentros y de una forma exagerada los encuentros, damos una importancia tan alta a estos temas, que somos hasta capaces de destruirnos o destruir con ellos de excusa.
Ya se encargan de que lo recordemos con las canciones que vamos tatareando y cantando como un mantra, las películas e incluso los clásicos de la literatura nos dicen que si no se viven con la intensidad de la locura, no es amor o no es desamor.
Esta claro que vivir por las nubes no viendo lo que es la persona que se tiene delante y haciendo de ella lo que uno quiere que sea, puede ser divertido y dar un subidón (hormonal/emocional), aunque a la larga esta actitud, nos lleva a que, tarde o temprano, el desamor haga añicos nuestra autoestima seguramente ya dañada antes de que se produzca la ruptura.
Y mira que no pillamos que es inmaduro, poco inteligente, insano, costoso, inhumano, incómodo, … pero es real y muy habitual, porque eso de aplicar la tranquilidad nos han dicho que no es emocional, que si no se siente exacerbadamente, no se ama de verdad.
¡Un juego de locos!
A mi me gusta utilizar la palabra juego, por lo importante que es en la vida de las personas el jugar y divertirse, sin duda el juego del amor y del desamor tal y como nos lo han enseñado, es un juego donde si decides entrar, puedes llegar a ganar y también a perder.
Existe otra forma de juego donde las emociones se viven de una manera mucho más natural y real, en el que el no dañar y no dañarse supera al dolor, donde realmente prevalece el amor en toda su grandeza.
No tengo ninguna duda que es mucho mejor jugar a ser feliz que a estar enamorado, pero claro, esto es un pensamiento personal que no tiene por qué servir a todos, eso no impide que aunque ahora sea así mi manera de pensar, mañana me caiga un maromo de una ventana y me enamore (como se suele decir) hasta las patas, porque "nunca digas nunca jamás" o "de esta agua no beberé".
De estos dos temas se podría estar debatiendo de por vida y habría para hacer una enciclopedia de las que se van ampliando todos los años, así que yo simplemente aporto una parte de mis poesías al respecto, que por cierto, es una gran terapia perder la cabeza en las poesías y no perderla en la vida real, porque vivir es mucho más divertido que sobrevivir y no morir en el intento.
A poquitos
Entre dos
Errores
Espérame
Espinas clavadas
Estar sin ser
Estoy en tu ve
Estoy en tu ve
Eternamente
Guardada
Hablar con la luna
Hora bruja
Hoy soy tú
Imagínate
Imagínate
Jugando
La dueña
Lluvia
Loco y cuerdo
Lo que tú ves
Lo que tú ves
Lo quiere
Los dos volar
Me gustaría
Me ha matado
Me ha matado
Me quedo
Nos vimos
Novembre
No te preocupes
Océanos de vidas
Otros mundos
Palabras
Palabras entrelazadas
Palabras mudas
Pasear
Pedirte
Permanecemos
Por qué
Recordar
Regresar
Respiras aire
Robo
Silencios
Sin ti
Solo cansado
Son palabras
Soy
Suspiros
Te doy
Toda guerra
Todo acabado
Todo en las manos
Todo en las manos
Torpeza
Tragedia griega
Tu ausencia
Tu corazón, tu ser
¿Tú qué ves?
Tu sed
Tuvieron que pasar años
Tuvieron que pasar años
Una chica
Volar
Yo sí
Y tú
100 veces
"El verdadero amor no es un sentimiento que nos abruma.
"El verdadero amor no es un sentimiento que nos abruma.
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