Tal vez tus palabras
me hagan enmudecer,
tal vez tus letras
la tinta de mi pluma sequen,
al no poder responder
con mis versos
a los tuyos que estremecen.
Quién sabe,
o quién sabrá
solo el tiempo
que marcan tus poemas
algún día lo dirán,
hasta entonces
mi alma de hombre
mi alma de hombre
muda y a la espera,
guardada en mi casa roja,
por ti permanecerá.
Háblame en silencio,
ResponderEliminarno emplees palabras.
Respeta el encanto,
no rompas la magia
del dulce coloquio
de tu alma y mi alma.
Háblame en silencio
¡no emplees palabras!
En el silencio de un secreto que guarda el corazón, en ese silencio siempre es posible escuchar la verdad que no se puede guardar, el amor que no se sabe callar.
ResponderEliminarBellísimas como siempre vuestras palabras.
Deseando silencios que griten amor,
Peregrina.
Si tu alma enmudece
ResponderEliminardéjala, ssschh…
no la despiertes
que no vuelva a buscar
lo que ya no le pertenece.
El tiempo hará que
olvide y olvidaré,
hará que vuelva a
soñar y soñaré
reviviendo
sueños del ayer.
Porque la vida siempre
fue, es y seguirá siendo
JUEZ.