en muchos momentos,
adiós a las caricias
y a los buenos recuerdos,
también adiós al amigo
digo adiós con las dos manos
porque con una tiemblo.
Adiós mientras me encojo
para guardar lo que pienso
y en el adiós se me escapan
los ardores de la rabia
y también del desconsuelo,
porque por no tener no tengo
ni un poco de su contento,
en un marchar pueril y terco.
Adiós amigo invisible
el que no quiso mi acierto,
adiós para no herirte
con mis verdades sin cuentos,
adiós porque mis palabras
chocan con tus fuertes egos,
adiós para que ahora nada
pueda dolerte por dentro.
Adiós aunque sea incómodo,
mejor ahora que no luego,
porque siempre seré incomoda
porque conozco tu acento,
adiós por reflejar quien eres
e incomodarte sin miedo,
adiós por verme amarga
cuando soy dulce secreto.
Adiós a la inoportuna,
a la incordio y a su exceso,
porque fui excesiva en todo
lo que no tienes viajero,
ya que prefieres turismo
a una aventura entre sueños.
Adiós aunque sea incómodo,
mejor ahora que no luego,
porque siempre seré incomoda
porque conozco tu acento,
adiós por reflejar quien eres
e incomodarte sin miedo,
adiós por verme amarga
cuando soy dulce secreto.
Adiós a la inoportuna,
a la incordio y a su exceso,
porque fui excesiva en todo
lo que no tienes viajero,
ya que prefieres turismo
a una aventura entre sueños.
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