Espérame,
sin prisas,
espérame
y igual que la noche
muere esperando el día.
Espérame,
como la mar espera a los ríos,
para nutrirse de ellos
y darles cobijo,
espérame,
aguarda en tu nido
que seguro iré a buscarte
para sentir los dos alivio.
Espérame
como la noche espera al día,
como la mar espera a los ríos.
Espérame impaciente en tu alcoba
dulce amada mía.
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