Hoy está mi alma llena,
llena de amor y alegría
y hay pocos de estos momentos
en los que sientes plena tu vida.
Ayer mi niño
me dio sentimiento puro,
me dio corazón, cariño,
me entregó todo su mundo.
La alegría de su voz
hizo vibrar mi ser,
me movió todo su amor,
se me iluminó la fe,
mi fe en la vida, la ternura,
la fe para creer en mi labor,
labor grande y a veces dura,
pero llena de sabor.
Cuando se acaben mis fuerzas,
recordaré sus caritas,
las caritas de mis hijos
y la expresión de sus risas.
Escrito el 3-07-96, para mis hijos los mayores
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