Recordar
los pilares derrumbados,
emociones incumplidas,
regalos no dados,
alianzas rotas
o los te quiero manchados.
Y pese a recordar,
recuperar del olvido
lo que está escondido,
recordar lo olvidado
por el dolor,
que lo tenía tapado.
Recordar
un verso
no apuntado,
hecho en un momento
de sentimiento sano.
Recordar lo bonito
del amor vivido
cuando el dolor
lo ha matado,
enterrado
y quien te lo dio,
negado.
Recordar los besos
que llevas ganados
en el juego de la vida
para que te sean dados,
recordar tus encantos,
tu sentir,
tu amor innato.
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