y me escondo de noche,
que camina sin sentido
hacia ninguna parte,
el que se pierde en ti
y a la vez se oculta.
De tu mirada me enamoré
y fue mi sentencia
para vagar desde entonces,
navegando sin rumbo
por mi mundo perdido
soy el que está confundido.
Atontado y aturdido,
de tu risa entusiasmado,
de tu mirada y tu sonrisa
quedé embriagado.
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