lugar donde habitan
los demonios,
donde mueren los anhelos
y los te quiero no dichos
por rencor o miedos.
Cielo,
lugar donde moran
los amores,
donde viven los deseos,
donde el roce del cariño
es verdadero y sincero.
Infierno,
espacio donde matar
el alma,
donde muere el amor
y los cuerpos se retuercen
por ausencia del perdón.
Cielo,
espacio donde crear
alma,
donde vive un te quiero,
un abrazo
o un lo siento,
donde la ternura sabia
tiene su asiento.
Infierno,
la vida que llevan
los que no saben amar,
aquellos que les cuesta
la bondad y empatizar.
Cielo,
la vida que llevan
los que aman
y quieren hacerlo,
hacen de su vida
en la tierra
un tiempo bello.
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