por creer eterno
se te escurre entre los dedos,
y al intentar retenerlo,
no sabes lo que es verdad
ni lo que no es cierto.
Se marcha el descanso,
el lugar de recreo,
las palabras antes las dudas,
el sol en tu invierno,
y en ello pierdes cordura,
el buen hacer y con tiento,
en la ausencia que no buscas
caes en el suelo,
arañándolo con ganas
y llena de desconcierto,
esperando que te salve la campana
quedas inerte y con tus miedos.
Se va- septiembre 2009
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