cuando se tiene una boca
y no hay que utilizar los pies,
para marcharse corriendo
porque persiguen tu tez,
tus remiendos doloridos
y hasta tu ser.
Masacrar sin apiadarse
una locura malvada
para la verdad y la fe,
un delirio que lo sufren
sin entender el por qué.
Discernir- diciembre 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dedicar tu tiempo a este blog y compartir tu opinión