evanescentes,
descubiertos entre canas,
adolescencia tardía
que inunda tus tiempos,
amoríos que desgastas
para no sentir tu alma
desnuda y desolada.
Poemas mudos en tu pecho
y lágrimas secas sin su ser,
hasta su ausencia viste de luto
en el recuerdo cruel,
eclosión de momentos vividos,
juntos, como en racimo..
Niño que juegas al esconder,
hoy no corras,
déjate llevar y querer,
hoy la muerte vendrá a verte
para que vayas con ella,
con tu mujer eterna
la que te espera,
que en ti fue la única
y sí, la eterna,
hoy te encontrarás con ella
dejando los devaneos,
los romances,
los fugaces galanteos..
Antes- enero 2009
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