Lo que pareció ser
tímida niebla
tapó el brillo,
escondió la luz,
ocultó las miradas,
se hizo espesa,
densa y pesada,
y tú a eso
no estabas preparada.
Y en las palabras
que el viento trae y lleva,
voló la magia,
escaparon las ganas
de las entrañas.
El juego acabó
antes de completarse,
se cortó el suspiro
antes de darse,
la sonrisa de sorpresa
se perdió entre la niebla
que a ti te ciega el alma
y saca la pena.
Se vivió bonito
y como tal queda
antes de que la espesa niebla
cambiara la escena
pasando a ser
una obra de teatro
sin sentido,
sin gracia
y sin belleza.
Hiciste bien en marcharte
antes de que desaparecieras
entre aquello que ya no era
una tímida niebla
que embellecía la escena.
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