Nada que esconder ante mí,
ni ante ti,
todo en las manos abiertas
esperando que agarres
los sueños que llevan.
Todo de mí es de los dos,
de los dos el amor
que nació sin pedir perdón
todo en las manos abiertas
esperando que agarres
los sueños que llevan.
Todo de mí es de los dos,
de los dos el amor
que nació sin pedir perdón
porque su inocencia
lo envolvió y salvó.
Y en el amor que te guardas
está el dolor,
el que nace de tus silencios
que rompen encuentros
haciendo llorar al niño que llevas,
Y en el amor que te guardas
está el dolor,
el que nace de tus silencios
que rompen encuentros
haciendo llorar al niño que llevas,
a la niña que llevo.
Coge todo lo que es tuyo,
tu cuerpo y mi encuentro;
da a mi amor por ti
tus miedos secretos,
él los respirará
y acogerá en su seno
dejando libre tu alma de ellos.
Todo lo que soy
y lo que tengo,
está en mis manos
esperando de nuevo,
aguardando el momento,
ese en el que tu cielo
se abra como se abre un cuento,
en el que un final feliz,
Coge todo lo que es tuyo,
tu cuerpo y mi encuentro;
da a mi amor por ti
tus miedos secretos,
él los respirará
y acogerá en su seno
dejando libre tu alma de ellos.
Todo lo que soy
y lo que tengo,
está en mis manos
esperando de nuevo,
aguardando el momento,
ese en el que tu cielo
se abra como se abre un cuento,
en el que un final feliz,
quiero y deseo,
más si no lo tengo,
todo en las manos
me ofrezco,
todo en las manos
ante cualquier
nuevo y feliz encuentro.
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