para que no vuelvan
las palabras muerte
las que cuando
tienen que menguar,
crecen,
igual que
las riadas
devastan ciudades,
dejando la peste.
Qué te digo
si me
encuentras transparente,
porque está
mi mundo abierto
para que muy
libre vuele
y así,
se
despreocupe y sueñe.
Qué te digo,
sin dolerte,
sin dañar tu mundo ausente,
carente de toda alegría
y ciego de mente,
qué te digo
para que a ella
en paz la dejes,
que yo no te tengo miedo,
por eso conmigo no puedes.
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