Como la marea en la playa
vienes y te vas despacio,
susurrando en tus olas
que todo está calmo.
Como la marea que arrasa
vienes cargado de palos,
restos de otros naufragios,
de imprevisibles zarpazos
que me impiden pararlos,
llegas alborotado por lo sucio
de tus otros miedos arrastrados.
Como marea tranquila que moja mi arena
o marea revuelta que me zarandea,
igual que marea que arrastra
hacia el infinito vacío de tu mar de dudas,
lo mismo me amas y me das dulzura
que me arrinconas contra las rocas
con tu furia dura.