se fue despacio apagando
como se disuelven las nubes
en los días de verano.
Pequeño algodón en bola
que estuviste muchos años
adornando nuestras vidas
con tu sigiloso paso,
rondándonos por las noches
mientras dormíamos cansos,
quizás convirtiendo sueños
en maullidos silenciados.
Te vas bolita pequeña,
te has ido sin mí abrazo,
deje que la muerte hiciera
su trabajo despreciado,
pero en tu caso libera
del dolor de los quebrantos.
se te han llevado los años,
los que no se recuperan
si no los vives amando.
Bolita de algodón blanco
que tus pelos has dejado
esparcidos por el suelo,
los sofás y los armarios,
pero aunque pasen los días,
estos de acostumbrarnos,
recogeré de mis ropas
esos pelos que quedaron
de cuando te lleve a tu lecho,
el último y obligado.
el último y obligado.
Precioso tú,
copo de nieve
que te deshaces ya rápido,
algodón de dulce blanco
en tu cuerpito enroscado,
nos dejas,
nos dejas solos
con tu recuerdo en los labios.
En recuerdo a mi gato, Gato Gus, precioso copo de nieve.