y empieza la lidia,
sin darles ni pena,
vienen a buscarte
para quitarte la vida.
Sin saber ni en dónde estabas
entraste en un ensueño,
donde los campos de rosas
se convirtieron en minas,
y al oír una palabra
estallaba muy dañina,
convirtiéndose en infamia,
conjeturas y pesquisas.
Palabras que
por negras magias
fueron malditas,
si fueron hechas para la paz
se cambiaron por heridas,
se cambiaron por heridas,
si fueron para aliviar almas,
activaron sombras,
miedos y envidias.
Escapa de este mal sueño
que te revienta la vida,
da un paso atrás con tiento
para que no salte otra mina,
que una retirada a tiempo
es lo sensato chiquilla,
que salir de ese miedo
es propio del que se estima,
deja ese inestable suelo
por tus cielos de sonrisas,
vete a tu mundo secreto
donde nadie te persiga.
Así la malvada reina,
la que corta cabezas y grita,
no podrá quitarte el sueño,
ni la paz, ni la alegría,
ni convertir en dragones
lagartos de parafina.
no podrá quitarte el sueño,
ni la paz, ni la alegría,
ni convertir en dragones
lagartos de parafina.