Son un castigo tus lodos
que cubren hasta mi cuello,
me mantienes embarrada
y yo de ahí salir quiero,
porque aunque sea una madre,
no quiero vivir
tus elegidos desprecios,
prefiero vivir el mundo distinto,
de la mano de lo bueno.
Tiempo metido entre humos
de esos que te van mintiendo,
los que parecen ayuda
y al final son un lamento,
los que encierran a tu niño
y callan al ser supremo,
ese que siempre has sido,
desde niño y en silencio,
ese tímido amoroso
que desprendía luceros.
Despierta de tu letargo,
despierta porque te quiero,
pero en tu barro no nado
y ni por ti voy hacerlo,
prefiero vivir el mundo distinto,
de la mano de lo bueno.
Tiempo metido entre humos
de esos que te van mintiendo,
los que parecen ayuda
y al final son un lamento,
los que encierran a tu niño
y callan al ser supremo,
ese que siempre has sido,
desde niño y en silencio,
ese tímido amoroso
que desprendía luceros.
Despierta de tu letargo,
despierta porque te quiero,
pero en tu barro no nado
y ni por ti voy hacerlo,
porque no te ayudo en nada
y en la nada yo me pierdo,
despierta pequeño mío,
despierta que yo me duelo.
despierta pequeño mío,
despierta que yo me duelo.