Sin saber quién era creó vida
y cuidando otras almas
pensó que dolía,
dolía la ignorancia,
el desapego y la desidia,
dolía en las entrañas
la dejadez masiva,
el olvido, el abandono,
dolía la falta de amor encima.
Vivió situaciones
que no fueron vistas,
acostumbrada al descuido
pensó que así era la vida,
dura, cruenta y doliente,
sudorosa y empobrecida;
igual que si fueran cactus
las relaciones dolían.
Como supo escapó
aún no siendo entendida
ni por propios ni por extraños,
ni incluso por ella misma,
aunque su instinto mermado
supo que así ella saldría
y en el pasar de los años
ha entendido aquella prisa
por salvaguardas sus niños,
su niña y al hada misma.
Y ahora venida del tiempo
acuna al alma dormida,
que descansa en su sueño
sabiendo que está tranquila,
que ya se va conociendo
y que se gusta a sí misma.
Ahora venida del tiempo
mira con otra vista,
se perdona los errores
que dolieron a sus crías,
asume que lo sentido
es lo que supo hacer en su día,
asume que lo vivido
es lo que supieron hacer con su vida.
y cuidando otras almas
pensó que dolía,
dolía la ignorancia,
el desapego y la desidia,
dolía en las entrañas
la dejadez masiva,
el olvido, el abandono,
dolía la falta de amor encima.
Vivió situaciones
que no fueron vistas,
acostumbrada al descuido
pensó que así era la vida,
dura, cruenta y doliente,
sudorosa y empobrecida;
igual que si fueran cactus
las relaciones dolían.
Como supo escapó
aún no siendo entendida
ni por propios ni por extraños,
ni incluso por ella misma,
aunque su instinto mermado
supo que así ella saldría
y en el pasar de los años
ha entendido aquella prisa
por salvaguardas sus niños,
su niña y al hada misma.
Y ahora venida del tiempo
acuna al alma dormida,
que descansa en su sueño
sabiendo que está tranquila,
que ya se va conociendo
y que se gusta a sí misma.
Ahora venida del tiempo
mira con otra vista,
se perdona los errores
que dolieron a sus crías,
asume que lo sentido
es lo que supo hacer en su día,
asume que lo vivido
es lo que supieron hacer con su vida.