De parir vuelvo,
con un niño en brazos,
su maleta, la mía
su maleta, la mía
y los miedos,
por ser el primero,
añadiendo dolores
de un nacer abierto,
de esos de los de antes
de los de a pecho descubierto.
por ser el primero,
añadiendo dolores
de un nacer abierto,
de esos de los de antes
de los de a pecho descubierto.
en un portal frío, oscuro
y desierto,
dejada para que suba sola,
en silencio,
para no despertar al niño
nacido con desconsuelo
y subiendo escaleras
pienso.
Me pesan maletas,
me pesa el cuerpo,
me pesa el niño
con su cuerpito pequeño,
subir cinco pisos
da para mucho de eso,
por eso pienso...
después de los años
entendí que no era bueno,
ni sano, ni normal,
ni de amor tierno,
que lo que viví,
fue un maltrato en silencio,
que empezó en el embarazo
sin yo saberlo
y continuó en un hospital,
en un portal y en mis adentros.