No despiertes
a los sueños escondidos,
déjales jugando
donde pueden ser vividos,
donde crezcan
a otros sueños abrazados,
sonriendo como niños.
Cuando crezcan como son,
se harán fuertes por si mismos,
saldrán solos de las sombras
en las que están recogidos,
perdiendo el miedo a tu mente
y al atrapasueños que miente...
pero mientras tanto,
no los despiertes.
Que no salgan para ahogarse
con las cuerdas de lo lógico,
las que nuestra mente teje
apropiándose de todo,
déjales para no llegar a ser
un montón de sueños rotos.
Chissss, no chilles,
no molestes,
que están madurando bellos,
para que cuando salgan volando,
puedan vencer a los miedos...
déjales que sigan su sueño.
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No los molestes,
no quieras despertarles
cuando duermen,
que están creando otro mundo
menos doliente,
no despiertes a tus sueños
mientras crecen,
déjales sorprenderte,
que en sí mismos son preciosos
aunque sean diferentes.
Míralos al atreverse
a poner en su sitio
lo que tú tienes,
lo que escondes que en ellos,
esta libre y es rebelde,
no te despiertes
de esos sueños locos,
para tu lógica mente,
vive lo que en ellos sientes
y déjales sueltos
porque lo mereces.