ya no me resisto,
practico el respeto,
dejo que vuele el viento
y donde quiera ir,
lo acepto.
Doy vueltas sobre mi misma
cuando su soplar es recio,
me inclino hacia donde quiera
cuando también viene sereno,
porque en su soplar más dulce
mece mis rizos al cielo.
Y dejo que me lleve el viento
a deambular por los cielos
y jugar al escondite
con los aguerridos miedos,
que si me encuentran un día
pienso fundirlos en besos,
que sepan que ya no temo
ni a ellos,
Doy vueltas sobre mi misma
cuando su soplar es recio,
me inclino hacia donde quiera
cuando también viene sereno,
porque en su soplar más dulce
mece mis rizos al cielo.
Y dejo que me lleve el viento
a deambular por los cielos
y jugar al escondite
con los aguerridos miedos,
que si me encuentran un día
pienso fundirlos en besos,
que sepan que ya no temo
ni a ellos,
ni a lo que venga revuelto.
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