Nos liamos la vida
con cualquier cosa,
un tengo, un quiero
o un cuento feliz rosa,
nos liamos la vida
con las relaciones,
las que usamos a dos manos
y las gastamos de noche,
vendiendo nuestra magia
entre emociones sin nombre.
Nos liamos entre amantes,
o entre deseos rabiosos
y a alguno no le dan los dedos
para contar sus negocios,
esos que entre las piernas
dan placer y dan demonios.
Nos liamos con rencores
de los corazones rotos,
incluso de algún desplante
que no vieron ni los ojos,
con cualquier cosa,
un tengo, un quiero
o un cuento feliz rosa,
nos liamos la vida
con las relaciones,
las que usamos a dos manos
y las gastamos de noche,
vendiendo nuestra magia
entre emociones sin nombre.
Nos liamos entre amantes,
o entre deseos rabiosos
y a alguno no le dan los dedos
para contar sus negocios,
esos que entre las piernas
dan placer y dan demonios.
Nos liamos con rencores
de los corazones rotos,
incluso de algún desplante
que no vieron ni los ojos,
y entre este liarse perdemos
quién es quién entre nosotros,
que sentimos verdadero
o pasajero o jocoso,
y por liar la manta al cuello
nos liamos más que un ocho,
perdiéndonos nuestra esencia
e incluso las de los otros.
quién es quién entre nosotros,
que sentimos verdadero
o pasajero o jocoso,
y por liar la manta al cuello
nos liamos más que un ocho,
perdiéndonos nuestra esencia
e incluso las de los otros.
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