el deseado
para tener satisfecho
a lo que él cree su rebaño,
porque con sus afaires
él es quien dice,
a qué hora viene bien
o es imposible.
Admirado en los chats
por ser guapazo
a la vez está maldito
canso y harto,
porque al hacerse rey
de altas y bajas camas
no encuentra el momento
de estar en calma.
En alas, por su presencia,
se siente deseado,
aunque a veces no alcance
a dar de todo a destajo,
que lograr atender
a su reino de amoríos
no es tarea fácil
ni está al alcance
de mediocres ni cretinos,
aunque para hacerlo
se encamine a ese destino.