Quédate conmigo
al cobijo de mis brazos
y el amparo de mi ombligo,
quédate conmigo
que te doy la mano
y te pongo mi abrigo,
dejando que pasen los años
y se conviertan en siglos,
que siete años se pasan
sin verlos en un suspiro.
que siete años se pasan
sin verlos en un suspiro.
Quédate conmigo
en este mar de regalos
de nuestros ratos sentidos,
quédate conmigo
compañera de camino,
porque aunque mi tiempo
es más corto,
contigo tiene sentido.
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