Expresar sincero y cercano,
como tenderle a un hijo la mano
como tenderle a un hijo la mano
cuando el carrusel de la vida
le ha dado vueltas y mareado.
Hablar sincero y tranquilo,
ese que llena el cuerpo
dandonos abrigo
cuando la mente tiene hambre
o el amor se ha quedado frío.
Decir sincero y directo,
evitando conflictos
que muerdan por dentro,
aclarando las dudas
de un no hacer haciendo,
de un error de vida
o un acierto muerto.
Manifestar sincero y amigo,
de esos que no solo
miran y ven su ombligo,
ese que deja ser quien quieres
sin medir lo que tienes
ni juzgar como sientes.
Sincero el camino
para seguirlo,
sincero el ritmo
para llegar a destino,
sincero el compañero
de trayecto fortuito,
sincero agradecimiento
a lo que viví y aún vivo.
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