ignorante de vida,
de maternidad
y de lo que ello supone.
Han pasado años
sin tener tu aporte,
ese que en mi madurez
sale a borbotones,
porque lo aprendido
en poros se esconde
brotando en las manos,
naciendo en tu nombre.
Ingrata ignorante
que empiezo a dar cuenta
de que lo que soy
es por tu destreza,
por tus horas llenas
cosiendo botones,
haciendo vestidos
o estirar de no hay dónde,
creatividad de vida
para salir adelante
y en mí se refleja
con tu ser andante.
Presente no estando
en casi todo que hago,
veo tus manos en mis manos,
tu esfuerzo en el mío
y tu amor amargado
por tus siete hijos
con su incomprensión en brazos.
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