la dulzura escrita,
el arropo,
la compañía,
el arropo,
la compañía,
expresar el sentido
que tiene la vida,
me encontré
a mí misma.
Lo que fue en mi proscrito,
lo prohibido que te incita,
lo blasfemo aguerrido
que me escupió
y me llamó maldita,
encontrándolo,
me encontré
a mi misma.
Y puse nombre
a lo que no sabía tan siquiera
ni que existía,
sin buscar
me encontré
conmigo misma
después de encontrar al lobo,
o caerme en una cripta,
tras enfrentarme al odio
que me dieron por envidia,
incluso tras ahogarme
la ternura de vida.
Ladrón de luna- septiembre 2009
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