lunes, 7 de septiembre de 2015

Adiós

Adiós a lo que fuimos
en muchos momentos,
adiós a las caricias
y a los buenos recuerdos,
también adiós al amigo
que creí tener y no tengo,
digo adiós con las dos manos
porque con una tiemblo.

Adiós mientras me encojo 
para guardar lo que pienso
y en el adiós se me escapan 
los ardores de la rabia
y también del desconsuelo,
porque por no tener no tengo
ni un poco de su contento,
en un marchar pueril y terco.

Adiós amigo invisible
el que no quiso mi acierto,
adiós para no herirte
con mis verdades sin cuentos,
adiós porque mis palabras
chocan con tus fuertes egos,
adiós para que ahora nada
pueda dolerte por dentro.

Adiós aunque sea incómodo,
mejor ahora que no luego,
porque siempre seré incomoda
porque conozco tu acento,
adiós por reflejar quien eres
e incomodarte sin miedo,
adiós por verme amarga
cuando soy dulce secreto.

Adiós a la inoportuna,
a la incordio y a su exceso,
porque fui excesiva en todo
lo que no tienes viajero,
ya que prefieres turismo
a una aventura entre sueños.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Impasibles necios

Impasibles necios
que permanecemos
mirando y no viendo,
inmóviles, pasmados
y como grandes ineptos.

Con las manos en la cara
para no ver el mal ajeno,
con el corazón lento
apenas hacemos nada
para recuperar lo bueno;
era cuando se ayudaba
a pasar el frío invierno,
a calentar juntos cama
y a beber lo que tenemos.

Tiempos duros los que arrasan,
tiempos que no están derechos,
ya que otros mueren 
en almas de corazón verdadero
y algunos,
hasta sin empezar a vivir, 
van muriendo.

Y hay queja de que te falta
mientras otros se van lejos,
a buscar donde acojan
sus cuerpos y los de nietos,
que a ti no te falta nada
y ellos huyen de la muerte, 
del miedo,
del hambre, 
de su lamento.

Por derecho y por humano
tiende la mano pudiendo,
cobija al que no tiene
y defiende su terreno,
que será el tuyo otro día
en el que nazcas ya perdiendo,
igual que ellos,
que por nacimiento somos
privilegiados eternos.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Alma escondida

eohpoesía


La falta de humanidad
que en ti aparece
ahuyenta a los cielos
y a los juguetones duendes,
pues marchan mirando
lo que de ti ha salido,
escapando del miedo
ha ser heridos,
por tu frialdad,
por tu torpeza,
por los pájaros locos
que anidan en tu cabeza.

Y la dices ahora
que no se entristezca,
que olvide el pasado
que no lo remueva
y pasas página
para hacer tu vida,
dejándola desconociendo
por dónde ha estado metida.

Te olvidaste de hablarla
de lo que en ti había,
ocultaste dónde estabas
y proseguiste, 
y con tu alma escondida,
manteniendo en la ignorancia
a quien quiso ser tu amiga,
la tapaste el descontento
mientras ella te daba lo que era,
lo que tenía y lo que sentía.

Nuevamente cayó
por su ceguera honesta,
en las garras del infeliz
y sus vilezas,
de nuevo puso creencia
en las almas bonitas,
sabias y con conciencia,
encontrándose a un tordo
con el alma escondida
y a la espera.