hay en lo desconocido,
aunque a veces nos de miedo
tanto cambio en el camino,
oportunidad forzada
para aprender de los sinos,
porque hay veces que nos cuesta
abrir puertas o pasar hojas de un libro.
Descubre los abrazos al cambio,
rueda por los escondrijos,
da una vuelta y vuela alto
igual que en la noria un niño,
que cuando sube se ríe
y cuando baja da un grito.
Ahora arriba
ahora abajo,
y luego en un remolino,
así que súbete en marcha
al círculo del destino,
queriéndote en lo que eres
y a los baches del camino.
Me encantó.
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