que no es el mío,
convertido en pesadilla
por las artes del destino,
sueño que transcurre lento
siendo duro y sin sentido.
No quiero el sueño
pero en él vivo,
sin saber cómo acabarlo
sigo buscando el camino,
en el que el barro sea agua
y pueda nadar en alivio.
pero en él vivo,
sin saber cómo acabarlo
sigo buscando el camino,
en el que el barro sea agua
y pueda nadar en alivio.
No quiero la pesadilla
en el que se mete el llanto
por un te quiero no dicho
o un abrazo no dado,
en el que se mete el llanto
por un te quiero no dicho
o un abrazo no dado,
un conflicto no resuelto,
que se me antoja insensato,
porque condena al amor
que nos nace innato.
Y el atrapasueños perdido
dejó de hacer su trabajo,
que es atrapar pesadillas
para dejar sueños sanos
y solo quiero que el juego
y solo quiero que el juego
del atrapasueños perdido,
acabe por la mañana
acabe por la mañana
y todo cobre sentido.
Un "perdón ama, te quiero"
en el medio del conflicto
alivia este mal sueño,
este rumbo retorcido
en el medio del conflicto
alivia este mal sueño,
este rumbo retorcido
que coge un adolescente
y le sigue el desatino.
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