Una mano en el cuello
ahoga el aliento,
una mano invisible
que encierra en silencio,
una mano enemiga
escondida en besos
de arrepentimiento.
Un perdón continuo
que disculpa manos,
un perdón de pena
que atrae más pestes y barros,
un perdón cansado
envuelto entre manos.
Y en el perdón de nuevo...
una mano grande
que lo abarca todo,
una mano fornida
que agarra el tesoro,
una mano asesina
que se llevó todo.
ahoga el aliento,
una mano invisible
que encierra en silencio,
una mano enemiga
escondida en besos
de arrepentimiento.
Un perdón continuo
que disculpa manos,
un perdón de pena
que atrae más pestes y barros,
un perdón cansado
envuelto entre manos.
Y en el perdón de nuevo...
una mano grande
que lo abarca todo,
una mano fornida
que agarra el tesoro,
una mano asesina
que se llevó todo.
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