marchaste a tu cielo,
te quedaste dormida
entre mis brazos tiernos,
que el amor que desprendías
no era para darle menos.
Vida larga te deseo
y allí donde tu vayas
acariciarás de nuevo
con tu paz, tu amor,
con todo lo bueno.
tranquilidad férrea.
consuelo al desconsuelo,
serenidad plena,
bondad, calor
calma certera.
Paciente cuidaba,
servía de ejemplo
observaba dónde estabas
y vigilaba con tiento,
no te perdía de vista,
como un pastor ovejero.
Mi Luna ahora descansas
y yo te echo de menos,
vigila desde tu sitio
que espero verte de nuevo,
te quise por perrigalga,
te quiero por tu ser pleno.
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