para sanar tu fiero
que te asusta
y te da miedo.
Mira humilde
a quien no quieres ser siendo,
invítale a que se vaya
o guárdate tú de ello,
no hagas que yo me guarde
de algo que no veo,
ni siento o espero.
Léete un cuento,
verás despertar
al niño inquieto,
capaz de vencer al ogro
o volar al cielo,
travieso e ingenioso,
de mente abierto.
Dale una vuelta a tus tiestos,
al que tenga lo marchito
le plantas fresco,
al que esté adormecido
quitas lo mustio
y crecerá bello,
a los geranios rosas
los colocas de nuevo
al sol de febrero.