Al despertar...

Hoy al despertar, estaba sola. 

¿No has venido?
¿Dónde estás?
Ángel,
Ángel de la guarda!
¿Ya te has ido?
¿ya no vuelves?
¿Ya no juegas más?
¿Ángel?
¿Ángel de la guarda?

Bueno, no estás... Ya no estás.
Plegaré mis alas de hada y me iré.
Vendré a este patio de juego a jugar contigo a ratitos, bueno, contigo o sin ti.
¡me has regalado un patio para jugar! ¡Gracias mi ángel!

Se jugar sola, podré hacerlo hasta volver a encontrar con quien jugar.
El ángel de amor, el de la guarda ¿Cuántos tipos de ángel hay?

¡Um! Estoy pensando ¿y si encuentro un alma con la que ser yo, en vez de un ángel?
Con las almas no se juega, se es, y yo soy. ¡Yo tengo alma!
¡Yo soy hada con alma!

¡Ya lo entiendo!
Los ángeles tienen una misión por hacer y cuando la hacen se van. Es su esencia, no pueden ser de otra forma, son lo que son ¡ángeles, preciosos y maravillosos ángeles!

Las almas están en constante crecimiento, son lo que son y no pueden ser de otra forma ¡son almas, preciosas y maravillosas almas!

¡yo soy eso! ¡un alma que se expresa como hada!
Por eso los ángeles cuando acaban su misión se desprenden de las alas para ser hombres, preciosos y maravillosos hombres.

Me gustan los ángeles, me gustan las almas, me gustan los hombres.........me gusta todo lo que es genuino, porque absolutamente todo es su esencia, es perfecto.