de mis esencias,
de esas formas de vida
que pensé correctas,
me encuentro perdido
y sin aciertos,
con alguien al lado
que me agita por dentro
para que no pare
hacia mi reencuentro.
Molesta y cansina
con sus aciertos,
la prefiero blandengue
sin muchos de ellos,
porque obliga a un cambio
a mis edades,
a mis edades,
que no esperaba hacerlo,
no conmigo,
no por nadie.
Me revuelvo entero
en mi desconcierto
y hasta le echo a ella
alguno de mis muertos,
viéndola fría y desacertada
en movimientos que hace
sin pretender nada,
y es que es más fácil
tirar balones fuera
que reconocer que tengo
y que hay algo
traído de herencia,
pues verme en actitudes
del gran patriarcado
me pica por dentro
y me ha molestado.
Yo que soy y he sido
generoso sin descanso,
de buenos modales
y un hombre sano,
yo que soy amable
de inteligente intelecto,
empático para los de fuera
y con fino entendimiento,
yo que lo doy todo
sin pedir nada a cambio,
yo que soy honesto
y jamás haría daño,
yo que prevalezco
porque yo lo valgo,
yo que tengo ideas
y por eso mando,
yo que pago todo
como los de antaño.
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