afinada entre mis dedos,
entonando melodías
y solazándonos,
tú y yo,
entre sombras impúdicas,
llenas de aromas.
Recuerda mi música,
la que juntos compartimos,
esa que de ti salía
impetuosamente armonizada,
la que aprendí a tocar
a base de estar contigo,
en tus espacios infinitos.
Quédate con lo que sentimos,
lo demás son palabras
que en aire se pierden
y que borrará tu memoria,
la mía quedará recordándote,
agradeciéndote eternamente
por esa música entre mis dedos.
Eternamente- noviembre 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dedicar tu tiempo a este blog y compartir tu opinión