y yo en la mía,
cerca de mi sonrisa,
tan cercana y a la vez
tan lejana de ti,
de tus tiempos
de tu sentir.
Sentir mis labios
rozando tu pecho,
cubriéndolo con besos,
con esos besos no dados
y tan certeros.
Acaricio las lágrimas
que tu esencia regaló a la noche,
mientras mi cuerpo,
se funde con el tuyo,
manjar prohibido que intuyo
pero no he vivido.
Sonrisa que acaricia tu anhelo
en cada noche que no te beso,
tras cada día que nos aguarda
para imaginar que nos tenemos,
y entre susurros de placer
nos autocomplacemos.
Sonrisa que acaricia tu pelo- octubre 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dedicar tu tiempo a este blog y compartir tu opinión